La Geología, para comprender los grandes cambios de las condiciones de nuestro planeta, en términos climáticos, orgánicos, geológicos, ha establecido categorías temporales que están determinados por sucesos y condiciones específicas que caracterizan a dichas unidades de tiempo. Esta es la Escala Temporal Geológica. Algunas de estas unidades de tiempo son muy famosas, como el Jurásico, que gracias a las películas se ha instalado en la cultura popular por ser el momento en que reinaron los grandiosos dinosaurios.
Estas unidades de tiempo son realmente abismantes, en el sentido de que abarcan una enorme cantidad de tiempo, su duración es de varios millones de años entre una y otra, lo cual se explica debido a que los grandes cambios y sucesos en nuestro planeta ocurren lentamente. Sin embargo, en contraste con aquello, en los últimos 200 años han ocurrido cambios importantes y evidentes. Se trata de los efectos producidos por la actividad humana, particularmente efectos negativos en las condiciones ambientales y biológicas del planeta, que podríamos decir que comenzaron a ocurrir luego de la revolución industrial. La intensificación de las actividades productivas, las que generaron una enorme cantidad de externalidades en forma de contaminación ambiental, particularmente gases de efecto invernadero, ha sido de tal brutalidad que el planeta comenzó a cambiar, exclusivamente por efectos humanos.
La perspectiva de que las actividades de nuestra especie son responsables de los cambios del planeta es algo terrible. Y paradójicamente ha devenido en un problema para nosotros mismos. Ha sido ponerse la soga al cuello. Este es el Antropoceno, la categoría que enuncia esta época. El cambio climático es una de sus características más divulgadas, con temperaturas que se elevan bastante en algunos sitios, mientras que en otros baja considerablemente y pareciera ser que la tendencia es que los eventos meteorológicos como las lluvias son más intensos pero de menor duración, lo que causa desastres ambientales en las ciudades, como las inundaciones. Otra característica es la generación de una nueva capa en la Tierra, así como existe la litósfera, biósfera o atmósfera, la Tecnósfera es la capa desarrollada durante el Antropoceno que comprende el conjunto de elementos de la tecnología e infraestructura humana, como las ciudades, polos industriales, carreteras, puertos y aeropuertos, redes de tuberías subterráneas, minas, embalses, campos de cultivo, basurales y rellenos sanitarios, elementos que han generado cambios realmente dramáticos en la geografía natural. Se estima que todos estos elementos suman la impresionante cifra de 30 billones de toneladas de peso.
Teniendo en nuestra conciencia esta información, vale preguntarse cuál es el camino y rumbo que debemos tomar para rectificar un camino bastante peligroso. En Puchuncaví, que somos un símbolo, se han hecho algunos anuncios importantes. En un tiempo de 2 meses se ha anunciado el cierre de la Fundición Ventanas y el cierre de termoeléctricas a carbón al 2025, la primera fue en cadena nacional por el presidente Boric y la segunda el día viernes recién pasado en una visita del Ministro de Energía, Claudia Huepe. Son buenos anuncios para problemas históricos y para una época que necesita los esfuerzos requeridos y respuestas concretas ante la crisis que el modelo productivo ha generado. Sin embargo a algunos nos queda la duda, ¿Qué pasará con los pasivos ambientales, las toneladas de escoria final de cobre y las toneladas de cenizas del carbón, después de los cierres? ¿Se quedan o se van, y a dónde?.
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