El abogado constitucional y exconvencional de la Región de Valparaíso, Jaime Bassa, reveló que después de una década de haber creado la banda de rock ‘Rábula’, fue expulsado por sus compañeros.
La banda formada por los abogados Luis Felipe Peuriot (guitarra), Críspulo Marmolejo (batería) y Patricio Brown (bajo), nació en 2012, quienes se presentaban en escenarios locales interpretando covers de bandas consolidadas bandas grunge noventero estadounidense.
“Hacer música es una de las experiencias que más me ha impactado; escribir canciones, abrirse con letras muchas veces dolorosas y exponerse en público a cantarlas es algo que marca. En el escenario siempre canté con lentes oscuros, en parte por pudor, en parte como una forma de protegerme frente a la exposición. Con lentes casi no se ve más allá del micrófono; es como cantar en la sala de ensayo, solo con la banda, con tus amigos. Una soledad en compañía, que me permitía expresarme con mayor libertad”, expresó Bassa.
El exconstituyente reconoció que pensó en primera instancia que esta desvinculación era en el marco del fin de la agrupación, sin embargo, su puesto fue tomado por otro vocalista.
“Dicen que donde hay mayores sentimientos, los golpes son también más duros. Es verdad. Hace un par de meses, palabras vacías anunciaron, sorpresivamente, el fin. Después de diez años, un WhatsApp fue suficiente. Pero había más. Después supe que siguieron juntos, ahora con otro nombre y nuevo vocalista; uno que, seguro, estará a la altura de sus expectativas, aunque quién sabe cuáles son. Rábula había muerto, pero con ella también la amistad. Sin siquiera una conversación, había quedado en el camino”, relató.
“La política pone a prueba las convicciones y, en especial, la lealtad de las personas, no sólo con otros, sino con ellas mismas. Los intereses en juego y las presiones son brutales”, añadió el abogado.
“En este corto, pero intenso tiempo lo vi muy de cerca, quizá demasiado. Al final, moverse sin códigos termina siendo la regla política y casi todos terminan por aceptarlo (…) con excepciones, por cierto. El aprendizaje no ha sido en vano. En ese tiempo, tuve algunas reservas a las que volvía en los momentos de mayor debilidad, entre ellas estaba la música y mi banda. Siempre pensé que los lazos que construye la música serían fuertes, que la lealtad se sostendría en una forma especial de fraternidad, que personas que tienen algo tan significativo en común pasan a ser, al mismo tiempo, importantes. Supongo que esperar tanto de las personas sigue siendo un ingenuo error”, declaró.