Un hombre de 49 años edad fue ejecutado tras ser acusado de tráfico de cannabis y pasar siete años en prisión. Se trata de la sexta ejecución realizada en Singapur en los últimos cuatro meses.
Según confirmaron activistas del cannabis, el hombre condenado a la pena capital es un singapurense de etnia malaya de 49 años, quien fue ejecutado durante la última jornada en la prisión de Changi, tras ser condenado por traficar con marihuana.
Singapur mantiene una de las leyes antidrogas más severas del mundo, contemplando la pena de muerte por ahorcamiento, con seis ejecutados por narcotráfico desde marzo.
Hasta el momento no se ha revelado mayor información sobre las ejecuciones, por lo que se desconoce la identidad del último condenado a pena de muerte.
Las ONGs locales mantienen una constante lucha contra la pena capital, acusando que solo se enteran de los ahorcamientos a través de las familias de los reos.
Cabe señalar que, hace solo cuatro días en Singapur se ejecutó a otro hombre, quien contaba con un largo historial de consumo a sus 64 años de edad. Había sido sentenciado en 2017 por tráfico de 960 gramos de heroína.