Los vecinos del campamento Ángel Parra en Valparaíso han estado lidiando con un problema persistente de derrames de aguas servidas provenientes del Complejo Penitenciario de la zona en la calle Miguel Ángel. Los rebalses de las cámaras de alcantarillado han causado infecciones estomacales y dificultades para el tránsito peatonal y vehicular. A pesar de las reparaciones realizadas, los afectados aseguran que el problema principal persiste.
Para enfrentar el problema, la Municipalidad de Valparaíso, la Superintendencia de Servicios Sanitarios, Esval y Gendarmería de Chile realizaron una inspección en terreno con el objetivo de encontrar soluciones. Los vecinos pidieron que se retiren las cámaras que están en medio de la calle y se pavimente la calle para mejorar el acceso. También se identificaron otros problemas relacionados con obstrucciones de cámaras de aguas servidas en el territorio operacional de Esval.
El director de Operaciones de la alcaldía porteña, Christian Órdenes, mencionó que se estableció una mesa de trabajo para encontrar una solución definitiva. Una de las soluciones propuestas es correr algunos cercos para que las cámaras queden en el camino y Gendarmería pueda revisarlas y repararlas sin impedimentos.
El coronel del Complejo Penitenciario de Valparaíso, Alberto Jara, comentó que la visita sirvió para establecer qué cámaras le corresponden a Gendarmería mantener y para que los vecinos queden tranquilos del trabajo que se está haciendo. El fiscalizador regional de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, Marcelo Castillo, también mencionó que fueron a ver otros problemas distintos al tema de la cárcel que se atribuyen posiblemente a obstrucciones de cámaras de aguas servidas del territorio operacional de Esval.
Los vecinos esperan que las soluciones propuestas se implementen para resolver el problema de los derrames de aguas servidas y mejorar la calidad de vida en el campamento Ángel Parra.
